David Welsford: viviendo en el mar

Toda su vida en 8 metros de eslora

David Welsford decidió en 2009 comprar un barco y eso terminó por ser una decisión que cambió su mundo radicalmente. Encontró el Lizzy Belle en Nueva Escocia, una embarcación de 28 pies que, sinceramente, necesitaba mucho más que una mano de pintura: tenía grietas, pero no tenía motor, ni mástil.

David no se arrugó, compró el barco sin titubear y se volcó en el primer reto, que no era otro que repararlo y hacerlo navegable. A esto le ayudaron su carácter, su pasión por construir cosas con las manos y muchos amigos que sirvieron de mano de obra más o menos cualificada.

Con el Lizzy Belle a pleno rendimiento, David Welsford rompió con todo y se volcó en vivir la vida que él siempre quiso. Transformó un barco prácticamente abandonado en su hogar, su medio de transporte y su forma de vida.

Uno de esos amigos que ayudó a David a poner a punto su barco, Kevin Fraser, se embarcó con él para hacer un viaje de Nueva Escocia a Bermudas. Durante el trayecto fue elaborando un pequeño documental sobre la vida y la ideología de David. Una pequeña pieza de algo más de 8 minutos que os va a poner los dientes un poco largos. Sobre la voz en off del propio Welsford vamos desgranando poco a poco cómo es su vida a bordo del Lizzy Belle. Habla desde lo que le impulsó a tomar esta decisión vital (“no necesito una casa grande, sólo un lugar en el que sentirme bien”) a cosas cotidianas como el comer o asearse.

Si el vídeo se os queda corto (que ya os digo yo que lo hará) podéis disfrutar de todas sus experiencias en su página web, en ella tiene un blog en el que cuelga fotografías, vídeos y relatos de su aventura en el Lizzy Belle.