Roskilde es una de las ciudades más antiguas de Dinamarca. Está situada en el interior de Zealand, la isla en la que también se encuentra Copenhague), en el extremo sur de un gran fiordo que la comunica con el Mar del Norte. Fue una de las ciudades vikingas más importantes, sin duda por su privilegiada posición estratégica, y llegó a ser capital de lo que hoy es Dinamarca. El tren es la forma más sencilla de llegar a Roskilde desde Copenhague, ya que las dos ciudades se encuentran a poco más de 30 kilómetros. Uno de los símbolos de la ciudad es la Catedral, de estilo gótico, declarada Patrimonio de la Humanidad. Fue la primera catedral construida en ladrillo, prácticamente el único material posible en un país en el que no hay montañas para extraer piedra. Otro de los puntos de interés es el museo de barcos vikingos: Vikingeskibsmuseet
El museo conserva los restos de cinco barcos vikingos rescatados a finales del siglo XX de las aguas del fiordo. En torno al año 1000, cuando cinco barcos vikingos fueron premeditadamente hundidos en Skuldelev en el fiordo de Roskilde, corrían tiempos duros e inquietantes. Los barcos hundidos bloqueaban la importantísima ruta navegable y protegían la capital de Dinamarca, -en aquel tiempo Roskilde, de los ataques enemigos provenientes del mar. Los barcos fueron excavados en 1962. Resultaron ser cinco tipos diferentes de embarcaciones de las que llevaban a los vikingos a tierras lejanas en sus expediciones, transportando mercancías o para hace la guerra.
Con vista sobre el fiordo, el Museo de Barcos Vikingos fue construido en 1969 especialmente para albergar los cinco barcos que en él se exhiben hoy en día. La visita se puede iniciar con la película introductoria «Los Barcos Vikingos» y seguidamente una serie de exposiciones le informarán sobre los barcos, la vida en el mar, la época de los vikingos y los vikingos. En el «Puerto Vikingo» se puede subir a bordo de una copia de un barco de guerra vikingo y de un barco de carga y obtener una excelente impresión de la vida a bordo de un barco vikingo. La tienda del museo ofrece una amplia variedad de libros, copias de joyas del periodo vikingo, etc.
Después de muchos años de planificación, el Museo de Barcos Vikingos amplió el área del museo con una isla y un puerto en 1997. Esta nueva isla presenta un entorno impresionante y el puerto alberga una colección única de reproducciones de naves nórdicas y vikingas. En el espacio abierto delante del Patio de los Barcos, el público puede observar la construcción de un barco tradicional. Las naves tradicionales nórdicas que forman la impresionante colección del museo de barcos vikingos son las sucesoras de las naves vikingas. No sólo son hermosas de ver sino que también son unas embarcaciones maravillosas para navegar. Navegar en una nave de casco abierto con vela cuadrilátera es una gran aventura, Vd. podrá tener la ocasión de sentirse como un vikingo a bordo de un ‘Drakkar’ o nave vikinga.
De 2000 a 2004 el Patio de los Barcos del Museo de Barcos Vikingos llevó a cabo una reconstrucción del Skuldelev 2, un barco de guerra de 30 metros de eslora de la época vikinga. El barco lleva una tripulación de 60-70 hombres y actualmente se está poniendo a prueba su navegabilidad.

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