Heraclión la ciudad sumergida
Heracleion o Thonis un paraíso para la arqueología submarina
Más de 1.000 años ha pasado cubierta por el mar y un halo de leyenda una ciudad que fue próspera y pujante durante el siglo VII a.c.
Frente a la costa de Alejandría, en la bahía de Abakur, se erguían las murallas de Heraclión (Thonsis para los Egipcios). Se trataba de una urbe eminentemente comercial, clave en la economía griega, en la que además de su puerto podían encontrarse edificaciones civiles, militares y religiosas que nada tenían que envidiar a cualquier otra ciudad de la época. De pronto, se esfumó, desapareció literalmente de la faz de la tierra y de ella sólo quedaron crónicas y reseñas en los libros (el propio Herodoto cita la ciudad en en contexto de la guerra de Troya)
Año 2.000, el arqueólogo submarino francés Franck Goddio, pone en marcha la búsqueda de la ciudad sumergida que tanto le obsesionaba, estaba convencido que la concatenación de desastres naturales que golpeó a Alejandría y Canopus también había acabado con Heraclión.
Se desplazó hasta la zona y comenzó a sumergirse, pronto descubrió lo que parecía un muro de unos 150 metros que, probablemente, protegería el perímetro de un templo. Las suposiciones de Goddio se certificaron cuando descubrió una capilla en la que se encontraba una imagen de Amon de Gereb, además de múltiples inscripciones en las que aparecía el nombre de Heraklion.
Después de 14 años se han descubierto en esta ciudad sumergida, estelas de granito, esculturas (algunas de más de 5 metros), monedas de oro y una enorme cantidad de objetos de uso cotidiano de una enorme importancia arqueológica.






